Jaume Martínez Bonafé.
Universitat de València. Foro de
Sevilla.
(...) Urge un debate en profundidad sobre el sentido de la
escuela. Un debate sosegado y tranquilo, necesariamente complejo, y obviamente,
no restrictivo a determinados sectores profesionales, académicos y políticos.
Si la educación es un derecho humano y un proyecto político de la ciudadanía
informada, debe ser el conjunto de esa ciudadanía el que abra espacios de
reflexión sobre como pretende traducir y concretar ese proyecto político. Y una
sociedad democrática debe saber articular procesos de participación, debate y
toma de decisiones, en los que diferentes y plurales espacios y agentes puedan
formular con claridad sus posiciones sobre la educación, diversas, divergentes,
enfrentadas en muchas ocasiones por responder a posiciones en el campo social
también enfrentadas. Y seguramente un característica de salud democrática es el
reconocimiento de esos enfoques diversos sobre la democracia y el papel de sus
instituciones, para la construcción social de la inclusión.
Por eso me parece muy preocupante el hegemónico discurso mediático sobre la necesidad de un “Pacto por la Educación”, bien alimentado por los voceros de los partidos políticos conservadores. ¿De qué están hablando? En primer lugar, me parece preocupante por la concepción restrictiva de la participación política. Como se señala en el primer párrafo del documento Por otra política educativa, del Foro de Sevilla: “La política no puede ser sino política pública, es decir, aquella discutida, decidida y gestionada por la ciudadanía. Por eso, el primer reto de cualquier Proyecto de Ley para la educación es oponerse a una concepción restrictiva y manipuladora de la misma y proponerlo como punto de partida de una actividad colectiva, lúcida y consciente, dirigida al análisis y cuestionamiento crítico del actual estado de la educación”. (...)